“Hace mucho, mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana”, “Que la fuerza te acompañe”, “yo soy tu padre” y otras como ésas, son frases que están profundamente arraigadas en generaciones que hemos sido testigos de la saga Star Wars y el Universo que ha creado, con innumerables películas, vídeo juegos, cómics, objetos de merchandising, series de televisión y millones de minutos de contenido generado por los fans, que se ha mantenido de moda por más de 40 años por su trama principal: “el Bien contra el Mal”.
A pesar de cualquier cosa que fuera imaginada inicialmente, el mayor éxito que tuvo esta saga en los últimos años no fue el estreno del último episodio de la tercera trilogía Star Wars, “El ascenso de Skywalker”, sino la primera temporada de la serie de “The Mandalorian”, que recupera la idea original de Star Wars: contar un buen western intergaláctico.
Todos los westerns tienen, más o menos, los mismos elementos, todos los cuales también aparecen en “The Mandalorian”. En primer lugar la acción se sitúa en lugares inhóspitos o indómitos que son susceptibles a los ataques de un enemigo. Muchas veces se trata de ciudades sin ley. En esta serie encontramos un héroe que presenta altibajos y no es del todo bueno, pues ¿qué mercenario sería completamente una buena persona? Esto es enriquecedor porque nos presenta a un personaje que, a pesar de existir debajo de un casco, nos muestra la idea del héroe que atraviesa todo tipo de dolores y angustias para alcanzar la redención y, así, se convierte en una expresión de fe y una alegoría de la esperanza.
Esta serie vuelve a resaltar los elementos fundamentales de la saga Star Wars, como la ética, el sacrificio, la bondad, el apoyo a los desfavorecidos, el heroísmo y el misterio que rodea la fuerza, y nos vuelve a conectar con los principios más nobles que tenemos las personas y nuestra naturaleza humana, en la que no existe lo “completamente bueno” y lo “completamente malo”, sino el deber de actuar para ayudar a los demás.
Bajo la actual crisis sanitaria de covid-19 y la necesidad de transformarse hacia la nueva realidad, las organizaciones tienen la oportunidad única de repensar y re-definir sus fundamentos y estrategias, y quizás la nueva manera de explicar a clientes, colaboradores y el resto de las partes interesadas, sobre el camino post-crisis que seguirá la empresa, puede que tenga mucho más que ver con los secretos del éxito del Universo Star Wars que con cualquier otro modelo de comunicación tradicional.
Buena parte del éxito de una empresa reside en su capacidad de vincularse emocionalmente con las personas, más que persuadirlas desde un punto de vista intelectual o científico. Si quiere conectar con sus clientes y colaboradores, la empresa tiene que tocarles el corazón porque, si no, la gente se aleja y termina no conectándose con su propuesta de valor. Es aquí donde surge la necesidad de contar una historia, una historia que emocione y que apele a la sensibilidad humana.
Diseña y construye una comunicación empresarial
La comunicación es una de las herramientas más poderosas que la humanidad inventó para mover, inspirar y transformar a las personas, empresas y naciones. Cada compañía tiene una historia, un fundador, un camino que la ha llevado a ser lo que es hoy. ¿Por qué no mostrarlo y así crear una conexión emocional inmediata con el mundo exterior? También se puede dejar que los propios colaboradores cuenten cómo es la empresa desde su punto de vista. Finalmente, cada organización de éxito tiene numerosos clientes, muchos de los cuales son capaces de crear historias emocionantes que se pueden aprovechar como patrimonio común.
La “Comunicación empresarial” es el arte de buscar y contar historias potentes con el objetivo de captar la atención, comunicar un concepto con claridad, conectar con una o varias personas, inspirarlas y/o moverlas a la acción.
No significa simplemente contar historias, sino crear universos narrativos que, a través de una serie de actividades de comunicación, pueden ayudar a la empresa a entusiasmar e involucrar a sus clientes y sus colaboradores.
De esta forma la “Comunicación empresarial” se vuelve un poderoso instrumento de transformación y liderazgo, que busca cambiar las cosas y, no solamente, explicar la situación actual de la organización, sino también entregar una guía sólida, motivadora y conectada con la estrategia, que ayude a enfrentar con éxito las actuales circunstancias.
No se puede comenzar una “Comunicación empresarial” sin previamente haber entendido las historias que son importantes: las historias de los clientes y las historias de los colaboradores, que nos provee una valiosa herramienta para sintonizarnos con aquellos dolores, problemas y necesidades que verificamos que están surgiendo en las personas y empresas, y así despertar el poder de creación que tenemos, con la posibilidad de idear y entregar las soluciones que permitan responder a éstos.
Para Diseñar y Construir una Narrativa Empresarial, son dos etapas principales que sugerimos seguir:
- Reformula el gran propósito de la compañía post covid-19.
Este gran propósito debe ser una frase que emocione, que genere sentido a nuestro ser, pensar y sentir como organización. Es un equilibrio entre lo emocional y racional, y debe ser aspiracional y alcanzable. La definición de este gran propósito se apoya en tres conceptos claves que ayudan a acercar y conectar esta declaración con las personas, y son usados como palancas para la reactivación que se aspira lograr. Todo esto finalmente se traduce en un manifiesto que explique de manera sencilla los nuevos valores de la organización y defina herramientas y comportamientos para llevarlos a la práctica.
- Crea un Universo Narrativo
. Este será clave para comunicar las palancas de la transformación y guiar a la organización por el camino que tiene que atravesar para llegar a su destino. El objetivo es que, a través de distintos canales de comunicación: workshops, redes sociales, intranet y eventos, la comunicación empresarial abrace a clientes y colaboradores, y se difunda dentro de la organización. Esto permite crear una relación de compromiso y confianza a través de un relato transparente, activar cambios de conducta y nuevos comportamientos necesarios en el mundo post covid-19, y conectar la cultura y la empresa ante las nuevas demandas de los clientes.
Así como el Universo Star Wars nos ha mostrado durante décadas esa atmósfera épica de héroes llenos de nobles valores, con luces y sombras, desafíos y esperanzas y en busca de la ayuda a los demás,
la Nueva Realidad nos está invitando a convertirnos en Jedis o Mandalorians que, producto de algo súbito y repentino, podamos definir un gran propósito para que nuestras empresas y organizaciones busquen ayudar a clientes, colaboradores y la sociedad.