El no dedicar el tiempo suficiente a entender, implementar tecnologías sin sentido, no arriesgarse, imponer los cambios y tener una falta de sentido de urgencia son barreras que te alejan de la transformación digital. Es por esto que te contamos más acerca de estos cinco hábitos que retrasan el hecho de transformarse digitalmente.
Para que una empresa se adentre en el mundo de la Transformación Digital se deben cambiar hábitos, competencias, actitudes, su forma de entender y trabajar los procesos organizativos. Esto mediante la integración tanto de los colaboradores, como de los accionistas y de las personas en general, con el fin de cambiar estas costumbres que retrasan el proceso.
Según el estudio de Transformación Digital en Empresas chilenas, realizado el año 2020 por el Laboratorio de Estudios en I+D+i Empresarial del Centro de Innovación UC, el 22% de las grandes empresas cuentan con una estrategia digital formalizada, el 53% cuenta con una estrategia fragmentada, mientras que el 23% no cuenta con nada.
Este desafío se suma a la falta de complenitud de una estrategia digital que no consideran los procesos para transformar de los hábitos, competencias, actitudes y la forma de trabajar de las personas dentro de una organizción. Por esta razón, te queremos compartir los cinco principales hábitos que alejan a las empresas de adentrarse en el mundo de la transformación digital:
- No dedicar el tiempo suficiente para entender realmente los problemas que tiene la empresa o el tamaño de las oportunidades que tienen: Eso principalmente tiene que ver con que no se dedican el tiempo a escuchar, averiguar, conocer historias y darle tiempo a la organización para entender qué está pasando, donde hay problemas y necesidades no satisfechas.
- Implementar tecnología por implementar: Una gran cantidad de organizaciones cree que por hacer esto van a tener una transformación digital exitosa, pero al hacer esto están incorporando : herramientas sin realmente alinearse con el valor que tiene esta implementación. Sin preguntarse qué valor tiene esta tecnología, a quién va a ayudar, cómo va a ayudar a que los clientes tengan una mejor experiencia, cómo va a ayudar a los colaboradores para que hagan mejor su trabajo, o a los accionistas para aumentar las ventas y disminuir los costos.
- No arriesgarse y castigar el error: Este punto tiene que ver con que solo se van a hacer los cambios cuando estén seguros de que van a funcionar, que no van a perder y fallar. Entonces no existe el hábito que estimule la innovación, el probar, aprender el aprendizaje a través del error acotado (fallar rápido y barato).
- Imponer los cambios: En varias ocasiones llegan los dueños y dicen vamos a hacer este cambio, vamos a implementar este sistema y de alguna forma se olvidan del rol de las personas en este proceso y del cambio cultural. Entonces, más que imponer hay que hacer partícipe del cambio desde el primer momento a los colaboradores, para poder detectar esos temores, miedos, sus aportes y poder buscar los beneficios que va a tener en la persona o rol, y si no te beneficia a ti va a beneficiar al de al lado.
- Falta el sentido de urgencia: Acá las empresas se dedican a analizar y estudiar, a decir que todavía no es necesario, muchas veces piensan mucho y no entran en acción, quedándose siempre en lo mismo, mientras la competencia avanza y te desplaza
El proceso para adentrarse más rápido en el mundo de la transformación digital, requiere erradicar estos hábitos al interior de las empresas, para lo cual deben tomar en cuenta que éstas no pueden consistir en acciones esporádicas, sino que deben convertirse en la nueva forma que tienen las empresas de dirigir sus objetivos y a sus colaboradores.